Antes de 2013, los discos duros usaban escritura longitudinal (Longitudinal Recording o LR), la cual permitía la magnetización del material en la superficie del disco.
El método común de grabación digital sobre un material magnético, era disponiendo los bits de extremo a extremo, con la dirección de la carga magnética horizontal con respecto al medio.
Con el paso del tiempo se fueron mejorando las tecnologías que permitían escribir en pistas y sectores cada vez más pequeños, con menos energía y acercando cada vez más el cabezal de lectura a la superficie del plato en movimiento.
Sin embargo, se llegó por fin a límites físicos, en los que ya no era posible “comprimir” más la información.
Longitudinal Recording (Wikipedia)
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