Los componentes de los discos duros casi nunca son intercambiables.
Esto se debe a que los discos son fabricados en serie, por lo que constantemente se están haciendo actualizaciones, lo que lleva a cambios en el programa que los controla (firmware).
También ocurre que los componentes se actualizan o cambian de marca, por lo que un disco fabricado en una fecha seguramente es distinto a uno fabricado en una fecha anterior o posterior.
Esto significa que es muy probable tener dos discos de la misma marca, modelo y capacidad, pero que al haber sido fabricados en diferente fecha, tengan diferente version de firmware y que los componentes no sean iguales.
Para hacer reparaciones de emergencia o cambio de piezas, es necesario comprar discos idénticos (o al menos compatibles), en los que coincida la marca, modelo, capacidad, firmware, fecha y país de fabricación.
Al hacer el cambio de componentes dañados, se debe realizar su reprogramación con equipo especial.
Es ilógico pensar que un usuario promedio podría conseguir un disco idéntico al dañado (a menos que haya comprado dos o más el mismo dia, en el mismo lugar y del mismo lote), para tener una oportunidad de que las partes sean compatibles.
Solicitar al usuario un disco idéntico indica un desconocimiento profundo de la forma en que funciona un disco duro y de los procedimientos necesarios para llevar a cabo su recuperación.
La mala interpretación del problema puede llevar a intentos fallidos que destruyen los datos sin remedio.
Lo mejor es acudir con un profesional, por un diagnóstico (casi siempre gratuito), que no pondrá en riesgo su información.
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