Cuando se trabaja con arreglos RAID es necesario tener mucho cuidado con las acciones que se llevan a cabo, ya que es muy fácil perder información. RAID no siempre es sinónimo de «protección de datos».
1.- Nunca reemplace un disco dañado con otro que haya sido parte de un arreglo previo. Siempre es necesario borrar completamente el disco de reemplazo (con sobre escritura de ceros) antes de usarlo.
2.- Si alguno de los discos comienza a emitir sonidos distintos a los de su funcionamiento normal, se debe apagar inmediatamente el equipo y pedir ayuda. El sonido indica daño interno grave y si se sigue operando con el disco, se puede destruir físicamente el disco y la información.
3.- Si un disco está alarmado, es muy importante tomar notas sobre la evolución del estado de los discos, la fecha y hora de las fallas según sucedan, y el momento en que se detectó la falla en cada disco. Muchas veces es VITAL saber el orden y tiempo de falla de cada disco.
4.- Siempre es necesario mantener un respaldo verificado y actualizado ANTES de hacer cualquier cambio de software o hardware. Nunca se debe suponer que las cosas saldrán bien.
No conviene correr riesgos y es mejor hacer más trabajo para obtener mayor seguridad. Si no sabe cómo hacer algo, llame a un especialista y no se arriesgue a perder sus datos y su trabajo.
5.- Es indispensable rotular o marcar las posiciones en las que se instalan los discos físicos del arreglo, ya que confundir el orden de los discos puede llevar a la pérdida irreversible de los datos.
6.- NO UTILICE programas de reparación en discos que sospeche que estén dañados. Si no sabe a ciencia cierta lo que está haciendo, es mejor no hacerlo. La mayor parte de los casos no recuperables fueron ocasionados por la manipulación errónea después de la primera falla.
7.- NO UTILICE programas o utilerías en discos que sospeche que estén dañados. No existen programas que puedan arreglar daños físicos. Si la información es importante, lo más prudente es llamar a un especialista.
8.- NO ACTUALICE el firmware de los discos que forman parte de un arreglo. Esto puede cambiar la geometría del disco y, por extensión, dañar grave y definitivamente su información.
9.- NO OPERE un arreglo RAID si sabe que alguno de los discos no funciona. Hay arreglos que mantienen tolerancia a fallos, pero si se usa el arreglo parcialmente por mucho tiempo, esta protección se pierde.
10.- En caso de apagones o pérdida de corriente, si alguno de los discos se ve sospechoso o no se puede montar, o los datos son inaccesibles después de que la energía se restablezca, NO UTILICE utilerías de reparación de volúmenes. Si no hay acceso a los datos, no se deben sustituir discos ni cambiar el orden de los mismos.
Intentar recuperar un arreglo RAID sin la experiencia necesaria puede poner sus datos críticos en gran riesgo.
Mientras que un daño lógico o físico puede ser parte del problema, existe más riesgo de daño permanente si se realizan varios intentos de recuperación fallidos.
Por ello, es recomendable contactar a un especialista para mayor información.
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