Cuando un disco comienza a fallar, usualmente inicia con un sector dañado. Después otro. Leer repetidamente un sector dañado causa que el problema crezca y se extienda, enviando fragmentos por todo el interior de la unidad y causando eventualmente la destrucción del cabezal.
Independientemente del programa (software) utilizado, cada vez que leemos un sector dañado, el disco duro lo «remapea», es decir, se marca el sector como «BAD» y virtualmente se reemplaza por un sector de repuesto (spare sector) en un área diferente del disco.
Spinrite es un programa de «reparación» de discos, que se utilizaba para «refrescar» un sector leyendo y escribiendo datos en él. Cuando los discos usaban mecanismos de alineación mecánica, éstos podían desgastarse y «salir de línea».
En teoría, reformatear y reescribir el sector dañado podría «arreglarlo». Lo anterior llegaba a funcionar cuando se usaba el sistema CHS (cylinder-heads-sector), pero actualmente el direccionamiento que se hace es virtual, y no real.
Cuando Spinrite «repara» un sector, solo lo sobrescribe con datos aleatorios, y la información contenida originalmente en el sector mencionado se destruye.
Spinrite puede hacer parecer temporalmente que el disco ha sido «reparado». Sin embargo, no existen programas que puedan solucionar daños físicos, eventualmente el disco volverá a fallar, y cada vez el daño será peor. Por otro lado, una cosa es «reparar» un disco, haciendo que sea utilizable temporalmente, y otra cosa muy diferente es RECUPERAR los datos de un disco dañado.
Las herramientas profesionales de recuperación de datos nos ayudan a evitar las áreas dañadas al hacer la «imagen» (copia sector por sector o clon), de diferentes maneras, copiando primero en múltiples «pases» (intensivo, extensivo, hacia adelante, hacia atrás, etc.), y regresando después a las áreas dañadas. De esta manera se obtiene la mayor cantidad posible de información recuperada.
Y no se trata solo del software o hardware que se utiliza, también se requiere de un técnico especializado en recuperación de datos que conozca los síntomas de un disco con daño y que sepa cómo obtener la mejor imagen posible antes de que el dispositivo falle definitivamente.
Por ejemplo, un profesional puede hacer la imagen en dos (o más) pasos: Haciendo primero la copia con las cabezas (heads) buenas. Digamos que el disco tiene 5 cabezas y la cabeza 2 está dañada o débil.
Podemos hacer la imagen con las cabezas restantes (obteniendo hasta un 80% de los datos en bruto), y después hacer otro pase con la cabeza 2 (concentrándonos en las áreas buenas primero), e intentando las áreas con daño al final. Esto requiere conocimiento y dedicación, además de las herramientas adecuadas.
La mayor parte de las ocasiones en que un disco no es recuperable es por el mal manejo posterior a la falla. Mucho «técnicos» ponen el disco en el congelador, lo golpean, lo encienden y apagan múltiples veces, cambian las tarjetas controladoras, lo abren en condiciones inadecuadas, y le aplican todos los programas que encuentran para ver si se logra recuperar la información.
Después de muchas horas (a veces días y hasta semanas de abuso), lo envían con una empresa profesional, solo para descubrir que los datos se perdieron en el intento…
Es mejor dejar que los profesionales en recuperación de datos trabajen para usted.
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